El sorgo es un cereal de origen africano, posee más historia en nuestro país que el cultivo de maíz, sin embargo, a pesar de que desde el año 1964 al 78 se produjo un incremento muy importante debido a la introducción de variedades modernas, desde 1985 hasta la actualidad la superficie ha ido en descenso hasta las 7.000 has de media de los últimos años.
El cultivo de sorgo puede destinarse a grano, fundamentalmente para alimentación animal, o bien para forraje.
Por su rusticidad, el sorgo puede ser una planta de uso excepcional en alternativas en las que escasee el agua. Tiene la capacidad de resistir periodos de sequía, retardando su crecimiento y entrando en una especie de letargo a la espera de que las condiciones de humedad sean favorables sin sufrir demasiado con pérdidas de producción inferiores al maíz.
El sorgo tiene unas necesidades en temperatura para su germinación algo superiores a las del maíz, de 2° y 2,5°C más de temperatura media diaria, a la vez que necesita alcanzar pronto, por la mañana, 21°C al nivel del suelo. Esto se traduce en dos o tres semanas de retraso en las fechas medias de siembra con relación a las del maíz.
Su valor nutritivo permite sustituir 1 kg de maíz por 1,1 kg de sorgo sin cambios apreciables en dicho valor.
Para Cecosa Semillas, este cultivo resulta muy interesante de nuevo en la actualidad para el agricultor español, ya que en regadío puede ser una alternativa al maíz mucho más rentable, debido a que los rendimientos productivos son similares pero al mismo tiempo hay una reducción de costes: en la semilla, en el riego, en el abono, en la cosechadora… sin olvidar la posibilidad de sembrarlo como segunda cosecha, empleando las variedades adecuadas.