La colza es un cultivo altamente mejorante del suelo desde el punto de vista agronómico, que vuelve a ganar terreno por la calidad del aceite, desde el punto de vista de sus propiedades nutricionales, pero también industriales, a pesar de años de mala fama en España generados a raíz del síndrome tóxico en los años 80.
La semilla de colza se emplea en todo el mundo para producir forraje, aceite vegetal para consumo humano y biodiesel, siendo la colza la tercera fuente de aceite vegetal tras la soja, y la palma. Los aspectos negativos del aceite de palma para la salud y la obligatoriedad de describir el tipo de aceite vegetal en las especificaciones de ingredientes, gracias a la entrada en vigor del Reglamento Europeo 1169/2011 Sobre la información alimentaria facilitada al consumidor, van a generar un aumento de la demanda de aceite de colza.
El aceite de colza es el aceite vegetal con más ácidos grasos poliinsaturados en su composición, con más omega tres y más vitamina E de entre los aceites de uso común. Un aceite, el de colza, que se adquiere con absoluta normalidad en otros países europeos.
Los rendimientos de las nuevas variedades tienen potenciales muy altos, hasta de 3 e incluso 4 t/ha, aunque normalmente son muy variables. Perfecta en suelos sueltos, francos, que no se encharcan, tiene gran adaptabilidad a cualquier tipo de suelo. Una vez bien implantada, la colza tolera bastante bien la falta de lluvias en invierno siendo su raíz pivotante la que le ayuda a soportar bien la ausencia de lluvias, aprovechándose de las reservas de agua más profundas.
El cultivo de la semilla de colza soporta mal las temperaturas inferiores a 2 o 3 grados bajo cero desde la germinación hasta el estado roseta. En este estado ya puede aguantar hasta los 15 bajo cero, incluso el frío le favorece para que desarrolle más la raíz.
El PH deseable es 5, 5-7 aunque puede soportar incluso cierta acidez.
Es un cultivo interesante en la rotación, que ha ido dejando atrás, gracias a la mejora genética, sus problemas de dehiscencia.
Cecosa Semillas en su apuesta por las oleaginosas ofrece al agricultor mediante contrato semillas de variedades productivas que suponen una alternativa interesante para el agricultor.